Para prepararnos pidamos al Espíritu Santo su luz, su fuego, su sabiduría para escuchar su Palabra. Aquí estoy Señor abre mis labios, abre mi corazón, abre mi mente, quiero escucharte porque tu Palabra es vida. En este día te comparto las lecturas presionando en este sitio.
Mientras Jesús realiza su ministerio de curación, los fariseos se unen a los escribas de Jerusalén (3,22) para plantear una pregunta acusatoria. Juntos se escandalizaron al observar cómo algunos de los discípulos de Jesús comían. La frase es literalmente «comer panes», vinculando esta disputa con el milagro de los cinco mil que «comieron panes» en 6, 35-44. El problema a la vista no es la higiene sino la pureza ritual. [Koinos] «inmundo» significa literalmente «común» o «profano», lo contrario de santo o apartado para Dios.
Estas reglas bíblicas sobre la pureza ritual que se encuentran en el libro de los números se aplican solo a los sacerdotes que sirven en el altar, pero la tradición oral desarrollada por los fariseos las había extendido para regir el comportamiento de todos los judíos en todas las comidas, haciendo de cada comida un acto religioso y una expresión simbólica. de identidad judía.
Jesús contesta ante tal acusación con la profecía de Isaias 29,13, Isaías se dirige a los israelitas que han perdido el contacto íntimo con Dios y le sirven con un formalismo vacío y desprovisto de amor auténtico. Su adoración es mera palabrería, consistente en ritos heredados que no están enraizados en la conversión interior del corazón. De hecho, están promoviendo su propia religiosidad superficial como sustituto de la verdadera obediencia a la voluntad de Dios. Jesús rechaza las tradiciones meramente humanas que no están basadas en la palabra de Dios, que de hecho niegan la intención de la palabra de Dios. Esto no quiere decir que Jesús rechaza lo que la Iglesia católica enseña sobre la Tradición apostólica, todas estas enseñanzas que los apóstoles recogieron de Jesús y transmitieron de palabra y por escrito a las demás generaciones. Jesús más bien critica las tradiciones humanas que no se basan en la palabra de Dios.
«están promoviendo su propia religiosidad superficial como sustituto de la verdadera obediencia a la voluntad de Dios»
A veces nos quedamos en la apariencia y en la superficialidad, hoy el Señor nos invita a la conversión, profundizar en su Misterio y aprendamos a amar.
¿Soy como el grupo de los fariseos y fácilmente me inclino a juzgar y a censurar algunas veces?
AAH